US OPEN
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Campeón del US Open 2025: Carlos Alcaraz
07 de septiembre del 2025
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Carlos Alcaraz gana su segundo US Open y se convierte en n⁰1 del mundo
Dos jóvenes gigantes escribirán un nuevo capítulo en la historia del deporte. No solo por el trofeo, no solo por la gloria de levantar el título en la ciudad que nunca duerme… sino porque, por primera vez en la era post-Djokovic, el número uno del mundo se decidirá en una final de Grand Slam. Y los protagonistas no podrían ser más simbólicos: Carlos Alcaraz, el prodigio español de mirada tranquila y juego incendiario, y Jannik Sinner, el italiano de gesto sereno y golpes letales como cuchillas.
Alcaraz llega con el aura de quien ya ha estado aquí antes. Campeón en 2022, conoce cada rincón de Flushing Meadows como si fuera su patio trasero. Pero esta vez no viene como promesa. Viene como rey depuesto que quiere recuperar su corona, su victoria sobre Novak Djokovic en semifinales fue un aviso del buen juego que está desplegando en este US Open.
Sinner, por su lado, llega con la calma de quien no necesita demostrar nada, pero todo por ganar. Eliminó a Auger-Aliassime con una frialdad casi robótica, como si cada punto fuera un cálculo perfecto. Ha madurado sin ruido. Sin titulares explosivos. Solo con trabajo. Con constancia. Con esa derecha que parece salida de una fábrica de misiles y un revés que corta el aire como un látigo.
Claves tácticas:
Alcaraz buscará:
- Romper el ritmo de Sinner desde el primer punto. No dejarlo asentarse.
- Usar su movilidad para forzarlo a correr, especialmente con slices cortados y cambios de dirección.
- Subir a la red con más frecuencia, rompiendo la monotonía de los fondos.
- Sacar con variedad: planos, cortados, kick… lo que sea necesario para evitar que Sinner se acomode en la devolución.
Sinner buscará:
- Alargar los puntos. Convertir cada rally en una guerra de desgaste.
- Atacar el revés de Alcaraz, especialmente en las transiciones.
- Mantener su derecha como arma principal, buscando ganadores desde el centro de la pista.
- Ser paciente. No forzar. Dejar que Alcaraz cometa errores bajo presión.
Datos previos al partido:
🏟 Torneo: US Open masculino
🔢 Jannik Sinner (n⁰1) vs. Carlos Alcaraz (n⁰2)
🟦 Superficie: Pista dura
📊 Head to head: Sinner 5 – 9 Alcaraz
Primer set:
No hubo tanteo, no hubo estudio. Alcaraz salió como un rayo. Desde el primer punto, impuso un ritmo vertiginoso que Sinner, aún con las piernas dormidas, no pudo parar. El italiano parecía atrapado en arena movedizas y cada golpe suyo llegaba tarde, cada movimiento era un paso más lento de lo necesario.
El español no solo aprovechó, con una mezcla de saques cortados que morían en la red y derechas planas que ajustaba a las líneas, Alcaraz obligó a Sinner a jugar en terreno ajeno. En el segundo juego, un passing shot selló el primer break.
Sinner intentó reaccionar. En el cuarto juego, por fin logró mantener su saque con autoridad. Pero ya era tarde, Alcaraz, como un director de orquesta, variaba el tempo del partido, subía a la red tras segundos servicios, retrocedía para devolver con cortados que hacían rebotar la pelota como si tuviera vida propia. Al 5-2, el set era un monólogo y acabó llevándoselo con firmeza por 6-2.
Segundo set:
Si el primer set fue un vendaval, el segundo fue una tormenta fría. Sinner, como si hubiera despertado de un sueño incómodo, cambió por completo su enfoque. Dejó de perseguir los tiros de Alcaraz y empezó a imponer su propio ritmo con intercambios largos, golpes profundos, y una derecha que parecía salida de una catapulta.
Alcaraz, por primera vez en el partido, dudó. Su primer servicio, normalmente un bastión inexpugnable, empezó a fallar. Las dobles faltas aparecieron en los momentos menos oportunos. En el cuarto juego, tras un peloteo de 27 golpes (el más largo del partido hasta ese momento), Sinner encontró la grieta y con un passing shot paralelo que rozó la línea y dejó a Alcaraz clavado en el cemento.
A partir de ahí, el italiano se convirtió en un reloj suizo.
Preciso, implacable, cada saque, un muro. Cada devolución, un desafío. Alcaraz intentó acelerar, pero Sinner lo esperaba siempre un paso adelante. Cuando el italiano cerró el set con un revés cruzado que besó la línea, la Arthur Ashe estalló.
Tercer set:
Tras perder el segundo set, muchos esperaban que Alcaraz necesitara unos juegos para reencontrarse. En cambio, salió como un volcán en erupción. Y Sinner… desapareció.
Fue como si el italiano hubiera gastado toda su energía en el set anterior. Sus golpes perdieron potencia. Sus piernas, elasticidad. Sus ojos, fuego, Alcaraz lo olió y atacó sin piedad.
Dos breaks consecutivos en los primeros juegos. 3-0. Luego 4-0. El público, incrédulo, empezó a murmurar. ¿Qué había pasado con el Sinner de hace 30 minutos? El español, en cambio, jugaba como si estuviera en una exhibición con dejadas milimétricas, remates desde el medio de la cancha.
El set se convirtió en una exhibición de tenis total. Alcaraz no solo ganaba puntos. Los diseñaba. Al 5-0, Sinner logró mantener su saque con un par de golpes ganadores desesperados, pero el daño psicológico ya estaba hecho. Cuando Alcaraz cerró el set con un 6-1 y mucha autoridad.
Cuarto set:
Aquí, por fin, la igualdad. Ambos sabían que el partido se jugaba en la mente, tanto como en la pista. Sinner, con la espalda contra la pared, encontró una chispa de orgullo. Alcaraz, con el título a un paso, tuvo que recordar que no se gana con el pasado, sino con el siguiente punto.
Los primeros cuatro juegos fueron iguales, con golpes sólidos, pocos errores, tensión en cada punto para establecer el 2-2 en el marcador.
Pero entonces, en el quinto juego, llegó el momento que decidió todo. Sinner, con 30-40, cometió una doble falta. No fue un error técnico, fue un error de nervios. Alcaraz, como un cirujano, convirtió esa oportunidad en break con una volea cruzada que dejó al italiano mirando al vacío.
A partir de ahí, el español se convirtió en un muro. Su saque recuperó su filo, sus piernas, su elasticidad, su mirada, su determinación. Sinner intentó todo con subidas repentinas, golpes planos al cuerpo, hasta un par de servicio y volea que parecían sacados de otra era.
Al 5-3, el italiano salvó su saque, pero en el noveno juego, con el partido en sus manos, Alcaraz no dudó. Ni siquiera cuando Sinner salvó un primer match point con una subida valiente y un passing shot casi imposible. El español respiró. Caminó hacia la línea de saque. Y con un primer servicio plano al T, seguido de un ace cruzado que ni el radar pudo seguir, cerró el partido 6-2, 3-6, 6-1, 6-4.
Tras el partido Alcaraz comentaba:
“Mi equipo, mi familia, soy muy afortunado de teneros, sinceramente. El duro trabajo que hacéis para que sea aún mejor, no solo en el aspecto profesional, sino también en el personal. Todos los logros que estoy consiguiendo son gracias a vosotros, y este no es menos, también es vuestro”.
Trayectoria:
- Final a Sinner: 6-2, 3-6, 6-1, 6-4
- Semifinal a Djokovic: 6-4, 7-6 (4), 6-2
- Cuartos a Lehecka: 6-4, 6-2, 6-4
- Octavos a Rinderknech: 7-6 (3), 6-3, 6-4
- 3ª Ronda a Darderi: 6-4, 6-2, 6-0
- 2ª Ronda a Belucci: 6-1, 6-0, 6-3
- 1ª Ronda a Opelka: 6-4, 7-5, 6-4
Este es el título n⁰23 en la carrera profesional del español tras los conseguidos en Umag 2021, Rio de Janeiro 2022, Miami 2022, Barcelona (2022 y 2023), Madrid (2022 y 2023), US Open 2022, Buenos Aires 2023, Indian Wells (2023 y 2024), Queen’s (2023, 2025), Wimbledon (2023 y 2024), Roland Garros (2024, 2025), Pekín 2024, Rotterdam 2025, Montecarlo 2025, Roma 2025 y Cincinnati 2025.
Se convierte en el segundo jugador masculino más joven (22 años y 125 días) en ganar 6 Grand Slams en la era Open por detrás de Bjorn Borj (22 años y 32 días) y por delante de Rafa Nadal (22 días y 245 días).
Alcaraz se embolsa 5 millones de Dólares y gana 2000 puntos ATP que le permiten ascender al puesto n⁰1 del Ranking Mundial.
© Mundotenisbyluis

Campeona del US Open 2025: Aryna Sabalenka
06 de septiembre del 2025
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Una final con promesa de alto voltaje en Nueva York
La final del cuadro femenino del US Open 2025 estaba marcada en rojo en el calendario de todos los aficionados al tenis. No solo se trataba del último Grand Slam del año, sino también de un duelo con historia. Aryna Sabalenka, número uno del mundo y defensora del título, frente a Amanda Anisimova, la gran esperanza local que buscaba revancha y gloria en su casa.
Sabalenka llegaba a la final con la presión de ser la jugadora más dominante de la temporada. Su tenis explosivo, basado en un saque demoledor y una potencia de fondo que pocas pueden resistir, la colocaba como la clara favorita. Sin embargo, la bielorrusa sabía que no enfrentaba a una rival cualquiera. Anisimova había sido capaz de incomodarla en varias ocasiones previas y tenía un balance positivo en el historial de enfrentamientos directos. Ese antecedente era un arma psicológica para la estadounidense.
Para la local, esta final representaba algo más que la posibilidad de un trofeo. Después de la dura derrota sufrida en Wimbledon, Anisimova veía en Nueva York la ocasión perfecta para demostrar madurez, resiliencia y capacidad de reacción. El público neoyorquino estaba con ella, consciente de que el apoyo de la grada podía ser determinante en los momentos de máxima tensión.
El duelo tenía perfiles muy marcados, la fuerza y agresividad incesante de Sabalenka contra la precisión de los golpes planos de Anisimova, especialmente su revés paralelo, que tantas veces ha sido su carta de presentación en el circuito. En la previa, todo apuntaba a un choque de estilos que podía inclinarse por detalles mínimos. La eficacia en los segundos saques, la gestión emocional en los momentos decisivos y, sobre todo, la capacidad de mantener la concentración en un escenario de máxima presión.
Datos previos al partido:
🏟 Torneo: US Open femenino
🔢 Aryna Sabalenka (n⁰1) vs. Amanda Anisimova (n⁰9)
🟦 Superficie: Pista dura
📊 Head to head: Sabalenka 3 – 6 Anisimova
Primer set:
El arranque de la final estuvo teñido de nerviosismo. Ambas jugadoras entraron a la cancha con cierta tensión y eso se reflejó en errores no forzados tempranos. Sin embargo, Aryna Sabalenka fue la primera en encontrar un patrón claro de juego ya que cargó los puntos sobre el revés de Amanda Anisimova y presionó con restos profundos que complicaban cada servicio de la estadounidense.
Ese plan le permitió a la bielorrusa adelantarse rápidamente en el marcador. Aunque Anisimova reaccionó con ráfagas de calidad, especialmente con su revés paralelo, nunca logró sostener esa regularidad durante más de un par de juegos seguidos. La número uno mundial, en cambio, ajustó su servicio tras un inicio dubitativo y supo capitalizar los momentos de presión.
Con un break clave en el tramo final y un saque más confiable, Sabalenka cerró el set por 6-3, dejando la sensación de que, si mantenía la intensidad, el partido podía inclinarse pronto a su favor.
Segundo set:
El segundo capítulo del duelo fue una historia diferente. Anisimova, alentada por el público, encontró más agresividad en su tenis y comenzó a golpear con mayor soltura. Eso le permitió igualar la contienda y poner en aprietos a Sabalenka, que atravesó algunos pasajes de inestabilidad con su saque.
La estadounidense llegó a recuperar un break y tuvo la oportunidad de ponerse por delante, pero la número uno respondió en los momentos decisivos. Sabalenka volvió a imponer su potencia, especialmente con su derecha cruzada, y retomó la delantera para colocarse 5-3 arriba. Sin embargo, lejos de rendirse, Anisimova peleó cada punto y consiguió estirar el set hasta el tie-break.
En la muerte súbita, la jerarquía de Sabalenka fue evidente. Con tiros profundos y agresivos, desbordó a su rival desde el inicio, construyendo rápidamente una ventaja amplia. El desempate quedó sentenciado en pocos minutos con un 7-3.
Trayectoria:
- Final a Anisimova: 6-3, 7-6 (3)
- Semifinal a Pegula: 4-6, 6-3, 6-4
- Cuartos a Voundrousova: W.O.
- Octavos a Bucsa: 6-1, 6-4
- 3ª Ronda a Fernandez Leylah: 6-3, 7-6 (2)
- 2ª Ronda a Kudermetova: 7-6 (4), 6-2
- 1ª Ronda a Masarova: 7-5, 6-1
Esta ha sido la victoria n⁰100 de Grand Slam en la carrera profesional de la bielorrusa.
Este es el título n⁰21 en la carrera profesional de la jugadora bielorrusa y el tercero en este 2025, tras los conseguidos en New Haven 2018, Wuhan (2018, 2019, 2024), Shenzhen 2019, Zhuhai 2019, Doha 2020, Ostrava 2020, Linz 2020, Abu Dhabi 2021, Madrid (2021, 2023, 2025), Adelaida I 2023, Australian Open (2023, 2024), Cincinnati 2024, US Open 2024, Brisbane 2025 y Miami 2025.
Sabalenka se embolsa 5 millones de Dólares y gana 2000 puntos WTA que le permiten afianzarse en el n⁰1 del Ranking Mundial.
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Campeones del US Open de dobles masculino 2025: Marcel Granollers y Horacio Zeballos
06 de septiembre del 2025
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Granollers y Zeballos salvan tres bolas de partido para ganar el US Open, ofreciéndonos una final para la historia.
La pista central de Flushing Meadows se preparaba para recibir un choque de alto voltaje en la definición del dobles masculino del US Open 2025. Por un lado, el argentino Horacio Zeballos y el español Marcel Granollers, una pareja que ha construido su éxito sobre la experiencia y la inteligencia táctica; por el otro, los británicos Joe Salisbury y Neal Skupski, un dúo caracterizado por la potencia en el saque y la agresividad en la red.
El valor de la experiencia
Zeballos y Granollers llegaban a la cita con un objetivo muy claro, el sumar un título de Grand Slam que se les había resistido en otras finales. Ambos han transitado carreras sólidas en el circuito y, con el paso de los años, han sabido adaptarse para competir de igual a igual con las mejores parejas del mundo. Su fortaleza suele estar en la lectura del juego y en la capacidad de sostener la calma bajo presión, virtudes que se vuelven decisivas en escenarios de máxima exigencia.
La amenaza británica
Del otro lado de la red aparecían Salisbury y Skupski, una pareja que ha ganado prestigio gracias a su constancia en los grandes torneos y a un estilo de juego mucho más directo. Sus servicios potentes y la confianza en las voleas rápidas les convierten en una dupla temible cuando logran tomar la iniciativa del punto. Llegaban a la final convencidos de poder imponer ese ritmo frenético que suele incomodar a sus rivales.
Antecedentes y expectativas
El historial reciente mostraba una ligera ventaja para Zeballos y Granollers, con dos victorias frente a una derrota en sus enfrentamientos previos. Aunque esa estadística sugería cierta inclinación, el equilibrio en los marcadores y la calidad de ambas duplas hacían prever un partido sin margen para la relajación.
Un partido que prometía tensión
El choque reunía todos los condimentos para una gran final:, con dos estilos distintos, cuatro jugadores de élite y la presión de un escenario emblemático. Mientras los británicos apostaban a imponer su poder desde el saque, el argentino y el español confiaban en su capacidad de maniobrar los intercambios y aprovechar los momentos clave. La incógnita residía en quién lograría mantener la concentración cuando los nervios apretaran.
En definitiva, la previa dibujaba un guión abierto, con la certeza de que la final no se definiría únicamente por el talento, sino también por la templanza y la capacidad de resistir en los instantes decisivos.
Datos previos al partido:
🏟 Torneo: US Open dobles masculinos
🔢 Marcel Granollers / Horacio Zeballos vs. Joe Salisbury / Neal Skupski
🟦 Superficie: Pista dura
📊 Head to head: Granollers / Zeballos 2 – 1 Salisbury / Skupski
Primer set:
El inicio de la final estuvo marcado por una igualdad total. Tanto Zeballos y Granollers como Salisbury y Skupski defendían con solidez sus turnos de saque, sin dejar grietas evidentes. Hasta el 3-3, el encuentro se mantenía en un pulso cerrado, con apenas un par de oportunidades mínimas para desnivelar.
Fue entonces cuando los británicos encontraron la primera rendija. Una serie de errores no forzados del argentino y el español les abrió la puerta al break, y con esa ventaja en el marcador, Salisbury y Skupski desplegaron un tenis más confiado, con voleas precisas y servicios potentes. El 6-3 final reflejaba su capacidad para aprovechar el único resquicio que ofrecieron sus rivales en el set.
Segundo set:
Lejos de venirse abajo, la dupla hispano-argentina ajustó detalles en el segundo set. Granollers, con su habitual inteligencia táctica, empezó a variar más los restos, mientras Zeballos aportaba consistencia desde el fondo y seguridad en los intercambios largos. La pareja comenzó a incomodar a los británicos, aunque el marcador seguía avanzando muy igualado y , sin breaks.
El momento crítico llegó con el 3-3: Salisbury y Skupski dispusieron de tres bolas de ruptura que podrían haber cambiado el destino de la final. Allí apareció el tranquilidad de los campeones. Con saques bien colocados y una gran coordinación en la red, Zeballos y Granollers salvaron la situación y mantuvieron con vida el set.
El desenlace llegó en el tie-break. Tras un inicio igualado, el español y el argentino mostraron mayor determinación en los puntos largos, castigando los segundos saques de sus rivales y cerrando con autoridad por 7-6(4). La final quedaba igualada y, sobre todo, abierta.
Tercer set:
El último set fue una montaña rusa de emociones. Los británicos, pese al golpe del segundo set, mantuvieron la intensidad en el servicio y parecían más firmes en los peloteos. Cada juego era una batalla y ninguno de los dos equipos lograba despegarse en el marcador.
Con el 4-4, el desenlace parecía encaminarse a otro tie-break, pero entonces llegaron los momentos de mayor tensión. Salisbury y Skupski dispusieron de tres puntos de campeonato, una oportunidad que parecía sentenciar la historia. Sin embargo, Zeballos y Granollers sacaron a relucir todo su coraje, defendiendo cada bola con determinación, devolviendo con precisión quirúrgica y neutralizando el impulso británico.
Ese esfuerzo titánico cambió la inercia del set. Inmediatamente después, lograron el break que necesitaban y, con un turno de saque impecable, cerraron la final con un 7-5 inolvidable. La reacción en cadena que empezó con la salvada de los puntos de partido y terminó convirtiéndose en el momento más glorioso de su carrera conjunta.
Tras el partido Zeballos comentaba:
«Sinceramente, ahora mismo no sé qué pensar. Ha sido una batalla increíble. Cuando juegas este tipo de partidos, es muy injusto que haya un ganador y un perdedor, porque los chicos lo hicieron todo genial. Se merecían ganar este partido, así que enhorabuena y a seguir así».
«No puedo creer que acabemos de ganar el US Open. Es tan bonito estar aquí con toda esta gente viéndonos».
Por su parte Granollers comentaba:
«Gracias a mi compañero, porque llevamos mucho tiempo luchando juntos. Este año estamos teniendo resultados increíbles, y estoy muy contento de hacerlo contigo.”
Trayectoria:
- Final a Salisbury / Skupski: 3-6, 7-6 (4), 7-5
- Semifinal a Cash / Tracy: 6-3, 3-6, 6-1
- Cuartos a Frantzen / Hasse: 7-5, 3-6, 6-3
- Octavos a Pavlasek / Zielinski: 6-7 (1), 3-6, 7-6 (4)
- 2ª Ronda a McDonald / Quinn: 6-2, 6-2
- 1ª Ronda a Kecmanovic / Mejdenovic: 6-3, 7-6 (2)
Este es el título n⁰14 de la pareja argentino-española tras los conseguidos en Montreal (2019, 2024), Buenos Aires 2020, Río de Janeiro 2020, Roma (2020, 2024), Madrid (2021, 2025), Cincinnati 2021, Halle 2022, Shanghái 2023, Bucarest 2025 y Roland Garros 2025.
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Campeonas del US Open en dobles femenino: Gabriela Drabrowski y Erin Routliffe
05 de septiembre del 2025
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La última jornada del US Open 2025 en la modalidad de dobles femeninos promete emociones fuertes. En la pista se verán las caras dos parejas que llegan con historias muy distintas, pero con la misma ambición. Gabriela Dabrowski y Erin Routliffe, que atraviesan uno de los mejores momentos de su carrera conjunta, frente a Katerina Siniakova y Taylor Townsend, una dupla explosiva que ha demostrado un rendimiento impecable en el torneo.
El desafío de Dabrowski y Routliffe
La canadiense y la neozelandesa nacionalizada canadiense llegan con la moral por las nubes tras coronarse en el Masters de Cincinnati, un título que reforzó su confianza y les sirvió como preparación ideal para este US Open. Su fortaleza radica en la compenetración táctica y en la capacidad de adaptarse a distintas situaciones de partido. Routliffe aporta potencia y consistencia desde el fondo, mientras que Dabrowski destaca por su lectura de juego y precisión en la red.
Ambas saben lo que es competir en la ondas finales y ahora buscan escribir una página importante en Nueva York, donde se sienten listas para dar un paso más en su crecimiento como pareja.
Siniakova y Townsend, las favoritas naturales
En el otro lado de la red estarán Siniakova y Townsend, una dupla que se consolidó rápidamente y que ya ha dejado su huella en 2025 al conquistar el Abierto de Australia. Su recorrido en Flushing Meadows ha sido impecable y no han perdido un solo set en el camino a la final, demostrando química y autoridad en cada presentación.
La checa aporta su experiencia y su habilidad para construir jugadas desde cualquier posición, mientras que la estadounidense se convierte en un muro en la red, con un juego agresivo y una presencia intimidante. Juntas conforman una combinación que mezcla talento, garra y determinación.
Una final con historia previa
El cruce entre estas parejas ya tiene un gran antecedente previo: la final de Wimbledon del año pasado, que terminó con victoria para Siniakova y Townsend. Aquella derrota dejó una espina en Dabrowski y Routliffe, quienes ahora buscan revancha en un escenario igual de prestigioso.
Datos previos al partido:
🏟 Torneo: US Open final de dobles femenina
🔢 Katerina Siniakova / Taylor Towsend vs. Gabriela Drabrowski / Erin Routliffe
🟦 Superficie: Pista dura
📊 Head to head: Siniakova / Towsend 1 – 1 Drabrowski / Routliffe
Primer set:
La final comenzó con la tensión habitual de un partido por el título. Ambas parejas se mostraron firmes con el servicio en los primeros juegos, evitando errores no forzados y manteniendo la igualdad en el marcador. La batalla se jugaba principalmente en los peloteos desde la red, donde cada dupla trataba de imponer su estilo. La agresividad de Townsend y Siniakova frente a la paciencia estratégica de Dabrowski y Routliffe.
La primera diferencia apareció en el sexto juego. Con restos profundos y una gran coordinación, la canadiense y la neozelandesa consiguieron romper por primera vez, lo que desestabilizó momentáneamente a sus rivales. Aunque Siniakova y Townsend dispusieron de opciones inmediatas para recuperar el servicio, no lograron concretarlas y esa falta de precisión les costó caro.
Más adelante, incluso lograron igualar con un break, pero Dabrowski y Routliffe no se dejaron intimidar. Respondieron con solvencia, recuperaron la iniciativa y cerraron la manga con un sólido 6-4, demostrando que estaban preparadas para manejar la presión.
Segundo set:
El inicio del segundo set, reflejó el gran momento anímico de las campeonas de Cincinnati. Desde el resto se mostraron agresivas, obligando a Townsend y Siniakova a cometer errores y firmando un break temprano que les permitió adelantarse 3-0. Esa ventaja, sin embargo, no garantizaba su tranquilidad y las campeonas del Abierto de Australia reaccionaron en el quinto juego, recuperaron el break y encendieron la expectativa de una posible remontada.
A partir de ahí, el set entró en una fase de máxima tensión. Cada punto era una batalla y la diferencia estuvo en la capacidad de Dabrowski y Routliffe para mantener la calma. En el tramo final, aprovecharon un juego de servicio irregular de sus rivales y volvieron a romper, inclinando definitivamente la balanza a su favor.
Con un nuevo 6-4, la canadiense y la neozelandesa cerraron el partido sin perder sets. Más allá del resultado, dejaron la sensación de ser una pareja consolidada y lista para seguir sumando capítulos memorables en la élite del dobles femenino.
Tras el partido Drabrowski comentaba:
“Erin, qué locura. Ha sido una locura… Gracias por estar a mi lado, gracias por el apoyo. Y sí, seguimos adelante».
Por su parte Routliffe comentaba:
“Sin duda, hoy ha venido mucha gente a animar al dobles femenino, y nos ha encantado cada momento”.
Trayectoria:
- Final a Siniakova / Routliffe: 6-4, 6-4
- Semifinal a Errani / Paolini: 6-4, 6-3
- Cuartos a Babos / Stefano: 0-6, 6-4, 6-4
- Octavos a Bucsa / Melichar Martinez: 6-4, 6-2
- 2ª Ronda a Gleason / Martins: 6-7 (4), 6-4, 6-2
- 1ª Ronda a Skoch / Voundrousova: 6-3, 6-0
Este es el séptimo título que consiguen como pareja juntas ambas jugadoras, tras los conseguidos en el US Open 2023, Zhengzhou 2023, Nottingham 2024, WTA Finals 2024, Stuttgart 2025 y Cincinnati 2025
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